Una noche cuando dormíamos el enemigo de los U.S. lanzaron cohetes a nuestro campamento en Afganistán. Dieron un alerta de que estábamos bajo el ataque del enemigo.
Salimos mis amigos y yo a las trincheras a refujiarnos.Al salir me encuentro con un cuadro de confusión entre los soldados y a la vez las sirenas de alerta estaban sonando a alta voz y nuestros cañones disparaban luces de iluminación para ver de donde venían los cohetes que lanzo el enemigo.
A todo esto los soldados seguían confusos. No sabían que hacer, porque el enemigo los tomo por sorpresa. En esos momentos miedo y preocupación llego a mi vida, me sentí indefenso. A pesar de nuestras armas y entrenamiento para responder contra el fuego del enemigo, no hay nada que hacer en contra de cohetes cayendo a tu alrededor.
Cuando uno no sabe, ni puede ver en que dirección vienen estos cohetes. Ya que es de noche y todo esta oscuro. Sentí miedo y me preocupe por mi esposa Zaida y mi hijo Gabriel.
Empecé a pensar en ellos, pero en medio de la confusión me acorde que la Biblia dice en Salmos 27:1y3
1-» Jehová es mi luz y mi salvación; de quien temare? Jehova es el baluarte de mi vida; de quien he de atemorizarme?
3- Aunque un ejercito acampe contra mi, no temerá mi corazón; aunque contra mi se levante guerra, yo estaré confiado.»
En esos momentos mire hacia el cielo y ore al Señor. “Señor en ti yo confió, guarda a tu siervo de todo peligro y dame la sabiduría y el valor para poder actuar en este momento de confusión y dame la oportunidad de volver a ver a mi esposa y a mi hijo. Dame Señor la oportunidad de seguir sirviéndote y de hacer tu voluntad y en ti confió mi vida.Protejeme bajo tus alas en el nombre de Jesús, amén!»
Después de esta oración el miedo que tenia se fue y Dios me dio la sabiduría para saber como actuar.Gracias a Dios todo salio bien y nadie resulto herido. De esta experiencia aprendí que hay que estar siempre en alerta, vigilando porque uno no sabe cuando nuestro enemigo espiritual nos va a lanzar un ataque contra nosotros. Y que hay que aprender a confiar en Dios en todo tiempo.
Por; Waldemar M.
Jóvenes Adventistas 7 